¿Por qué no podemos obtener mejores salarios en las negociaciones paritarias?

Reflexiones y verdades de la mano del Dr. Juan Fraiz.

Porque desde tiempo atrás el gobierno presiona para limitar los aumentos salariales en las negociaciones paritarias, tal como reconoció el Jefe de Gabinete Guillermo Francos: “Si uno permite que los salarios se vayan mas allá de lo que se ha establecido como pauta, los precios después aumentan”.

Porque hay obstáculos para homologar incrementos mensuales superiores al 1 %.

Porque hay una caída en el consumo de distintos productos alimenticios que elaboran nuestros empleadores.

Porque las empresas alimenticias aducen costos crecientes en dólares, caída de ventas en el mercado local y márgenes de ganancias cada vez mas estrechos.

Porque la caída sostenida en la demanda de alimentos genera que las empresas con capacidad ociosa produzcan más de lo que venden y en consecuencia ajusten su estructura recortando personal.

Porque pese a que los precios vienen siendo mas estables, se tornan inaccesibles para parte de la población, disminuyendo en consecuencia el consumo.

Porque no se dictan medidas gubernamentales para estimular la demanda, sostener el empleo y proteger la producción nacional.

Porque el porcentaje de personas desempleadas viene aumentando durante los últimos meses.

Porque cuantas mas personas desempleadas hay, mas dificultoso se hace conseguir mejores salarios para las personas empleadas.

Porque -generalmente- con las crisis económicas no sube el poder adquisitivo de los salarios, sino que disminuye.

Porque las personas desempleadas están dispuestas -en muchos casos- a trabajar por menores salarios a los percibidos por las personas ocupadas, y los empleadores lo saben.

Porque los datos muestran cierres de fábricas, destrucción de empleo formal y retracción de la inversión privada en distintos segmentos, entre los que se encuentra el de alimentos.

Porque la incertidumbre afecta a trabajadoras/es y también a empresarios, limitando estos últimos sus inversiones, no generando en consecuencia puestos de trabajo.

Porque, pese a los esfuerzos del colectivo sindical para revertir la situación, una parte de los trabajadores participan del sector informal y monotributista, afectando con ello la fuerza sindical.

Porque algunas entidades de representación patronal participantes en las negociaciones paritarias gozan del sólido respaldo de enormes empresas de inmenso poder económico.

Porque la dispersión laboral de nuestras trabajadoras y trabajadores representados, y el bajo número de empleadas/os de muchos empleadores, dificultan la adopción de medidas de fuerza tendientes a lograr mayores remuneraciones.

Porque la dificultad en adoptar medidas de fuerza, uniformándolas en la totalidad de los establecimientos de producción de pastas, restringe la capacidad de negociación por mayores haberes.

Porque el comprensible temor a perder el trabajo de diferentes compañeras y compañeros desalienta la adopción de conjuntas medidas de fuerza.

Pese a todo ello, a la generalizada disminución del poder adquisitivo, y que las negociaciones de salarios no son realmente libres, logramos:

  • Aumentos salariales en pastas frescas superiores a los índices oficiales de inflación durante los últimos meses.
  • Continuar bregando intensamente para conseguir incrementos salariales en pastas secas.
  • Acompañar la media general de aumentos salariales de los diferentes gremios, y hasta lograr en algunos casos porcentajes mayores a los obtenidos por otras asociaciones sindicales hermanas, de muy alto número de afiliados y reconocida fuerza de negociación.
  • Sostener los derechos logrados en nuestros Convenios Colectivos de Trabajo.
  • Torcer la resistencia a aumentar las remuneraciones en algunos representantes de las entidades empleadoras.

Sabemos que en los sectores de poder, muchos pretenden un mercado laboral desregulado, de negociación salarial individual.

Sabemos que algunos ansían un mundo sin Sindicatos, a fin de imponer fácilmente la voluntad patronal.

Sabemos que muchos esperan implantar prontamente una nueva legislación del trabajo que restrinja nuestros derechos laborales.

Sabemos que desde algunos sectores se pregona el descredito a los Sindicatos y la demonización de las y los representantes gremiales, para debilitarles a fin de imponer cómodamente los intereses patronales sobre la masa trabajadora.

Sabemos que ha avanzado la ideología neoliberal, haciendo que el individualismo permee en la conciencia de muchas personas.

Sabemos que la acción colectiva y organizada, desde tiempo atrás pierde terreno en nuestra sociedad frente a la acción individual.

También sabemos que si trabajadoras y trabajadores no logramos una organización fuerte y cohesionada, seremos espectadores de un sistema que precarizará el trabajo y limitará nuestras posibilidades de progreso.

Muchos de los derechos que gozamos en el trabajo se lograron porque las y los trabajadores se unieron en Sindicatos y lucharon por ellos.

Obviamente, desde S.A.T.I.F. compartimos el deseo y la necesidad de lograr un mayor incremento del poder adquisitivo de nuestros salarios. Para lograrlo, pese a los obstáculos trabajamos y trabajaremos intensamente.

Entendiendo nuestro deber compartir con las compañeras y compañeros el contexto en el que se desarrollan nuestras discusiones salariales, afirmamos que nuestra unidad, apoyo reciproco y comprensión mutua contribuirán a obtener mayores remuneraciones en las tensas y complejas negociaciones paritarias.

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